
Para Johnny Sigal, un joven cantante nacido en Venezuela y con fuertes influencias del rock de los 80's, incursionar en la balada pop le significó una experiencia enriquecedora que lo impulsó a componer y a no desistir en su afán de convertirse en un cantautor.
"Todo sucedió con la simpatía de mi madre por la música balada, y en especial por las interpretaciones de Luis Miguel. Eso hizo que conociera un mundo musical latino que me era ajeno. De ahí básicamente nació mi pasión por la balad y en general por al música en español".
La actuación le abrió las puertas
Johnny admite que su gusto musical se afianzó en sus años juveniles al ser parte de Tártara, un grupo que hizo historia en Venezuela."En el grupo 'Tártara' hice un curso y aprendí a conectarme con el público, esa fue mi entrada a este mundo del cual nunca más pude salir".
Sigal recuerda que en su afán de complacer a sus padres de culminar sus estudios universitarios ingresó a la facultad de ingeniería química, sin embargo sus esfuerzos fuero nulos.
Por más que quería, el tiempo no le daba para cumplír con las dos tareas; así que optó por escoger una carrera menos exigente y finalmente se graduó de administración de empresas.
De ahí dio un salto a una obra de teatro, el diploma quedó en la pared y sus sueños de músico empezaron a florecer de forma inmediata.
Llega en ese momento a su vida la posibilidad de realizar en Caracas, en el Aula Magna de la Universidad Central de Venezuela, el papel protagónico de la obra musical “Jesucristo Superestrella”, colocándolo en un plano de importancia a nivel profesional.
“Es una de las decisiones más importantes que he tomado en mi vida. Realizamos 12 presentaciones en Caracas y 6 en Maracaibo. Puedo decir que la gente supo hacerme saber que estaba haciendo bien mi trabajo y eso es muy gratificante”, apuntó.
Luego de eso llegó el momento de grabar con el productor Marcello Azevedo, un profesional del disco que ha sido creador de los temas “Torero” que popularizó Chayanne y “Y yo sigo aquí”, interpretado por Paulina Rubio, entre otros.
“El disco que ahora promociona tiene mucha fuerza, las guitarras tienen un papel muy protagónico y encontré el sonido pop-rock que quería impregnarle”, explicó.
El álbum homónimo cuenta con cinco temas de Azevedo, dos de Sigal, tres de César Lemos y uno de Marcello y el colombiano Estéfano.
El sencillo promocional se titula “Quedo en Nada” y ya cuenta con un vídeo rodado en New York bajo la producción del destacado cineasta venezolano Pablo Croce. “Lo mismo se aprecian escenas en exteriores que en estudios”, contó.
Sigal, un caraqueño simple y de gran corazón, amante de la comida italiana y Laura Pausini, espera que el público encuentre en su álbum, el mismo artista apasionado que puso en el estudio de grabación toda su emoción.
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