Declara Estéfano en juicio

El compositor colombiano Estéfano aseguró el viernes que "nunca" tuvo dudas de que Francisco Oliveira, quien hacía el mantenimiento de su estudio musical y está acusado de haber intentado asesinarlo, fue quien le disparó con un revólver el 25 de mayo del 2007, hiriéndolo de gravedad.

Denunció asimismo que su ex administrador financiero José Luis Gil, a quien consideraba como un padre, fue quien planeó el crimen junto con un centro de santería, y pagó a Oliveira para que lo ejecutara con el fin de quedarse con toda su fortuna.

"Nunca en mi vida", respondió Estéfano cuando la fiscal Alicia García le preguntó si alguna vez había dudado de que Oliveira, apodado "Junior", le había disparado.

"El me disparó, él es el que me disparó en mi pecho, en mi cabeza, me dejó muerto en mi casa", manifestó Estéfano en el segundo día de declaraciones como testigo principal del juicio de Oliveira. Al responderle a la fiscal, el músico miró fijamente y señaló con su mano a Oliveira, quien permanecía sentado a su frente, a unos cinco metros de distancia.

El ex empleado de Estéfano está acusado de intento de asesinato con alevosía y podría ser condenado a prisión perpetua en caso de ser declarado culpable.

Oliveira, de 31 años, se ha declarado inocente y el miércoles, en el primer día del juicio penal, rechazó una oferta de la fiscalía de reducirle la condena a 20 años, con la posibilidad de que saliera en 10 años, si se declaraba culpable.

Estéfano, quien ha trabajado con Julio y Enrique Iglesias, Gloria Estefan, Marc Anthony, Ricky Martin, Jennifer López y Chayanne, entre otras estrellas_ firmó en abril pasado un acuerdo extrajudicial con Gil, a quien había demandado por el robo de millones de dólares, poniendo así fin a un pleito civil.

El músico colombiano de 40 años había demandado a Oliveira, Gil y un centro religioso de santería alegando que habían conspirado para matarlo a tiros con la finalidad de encubrir el robo multimillonario.

En el acuerdo extrajudicial también quedaron incluidos Oliveira y el centro de santería.

Hasta ahora no se ha conocido la cifra exacta del dinero que demandaba Estéfano, pero el abogado de Gil, Luis Delgado, dijo al sellarse el acuerdo que podría haber sido de 80 a 100 millones de dólares.

En su extensa declaración en el tercer día del juicio, Estéfano manifestó que después del ataque a tiros descubrió el complot entre Gil, el centro de santería afrocubano Ochosi Yoruba y Oliveira.

"Gil es el autor intelectual junto con la iglesia (cubana de la santería). Es una organización criminal y él (Oliveira) el ejecutor", expresó Estéfano al ser interrogado por los abogados defensores del acusado durante su segundo día de declaraciones. "Le pagaron (a Oliveira) para matarme".

Señaló asimismo que tanto Oliveira como Gil tenían acceso total a sus cuentas bancarias y podían emitir los cheques que quisieran.

Tras el ataque, "me doy cuenta de que todas las corporaciones estaban a nombre de José Luis Gil, todos mis derechos de autor... y (Gil) era el único beneficiario absoluto en caso de mi muerte", dijo Estéfano.

El músico, que lucía más relajado que en el primer día de declaraciones, reiteró que le suplicó a Oliveira que no le disparara y expresó que su empleado lo desoyó y primero le disparo mientras estaba sentado en pose de meditación hindú sobre la mesada de su cocina. Relató también que posteriormente, tras haberle herido en el pecho, lo obligó a arrodillarse en el piso y le disparó en la cabeza, detrás del oído derecho, en el que perdió el 70% de la audición.

Vestido con traje negro y camisa sin corbata de color blanca, con su cabello largo recogido hacia atrás, Estéfano miró en varias oportunidades a Oliveira, quien también lo observaba fijamente a los ojos. Oliveira, oriundo de Brasil, llevaba una camisa de color celeste, pantalones grises sin cinturón, y no estaba esposado ni llevaba grilletes en sus tobillos.

Ante una pregunta del abogado defensor de Oliveira, Frank Rubio, Estéfano _ cuyo nombre verdadero es Fabio Alonso Salgado_ admitió que el día en que fue atacado había consumido marihuana, pero dijo que no le provocaba ningún efecto alucinante.

Dijo asimismo que "Junior" estaba vestido con chaqueta y guantes negros, y había llegado a su casa porque habían acordado reunirse para dialogar sobre temas de mantenimiento y jardinería, y porque le había pedido que le llevara marihuana.