
El embajador de la canción melódica española Julio Iglesias se reencontró anoche con Tenerife en el esperado concierto incluido dentro de la gira con la que conmemora el 40 aniversario del inicio de su carrera musical y al que asistieron 11.000 personas.
El concierto se inició con la intervención de Anissa G.A. Cherrs, que interpretó dos temas incluidos en el espectáculo "Celia, el musical", que dirige Jaime Azpilicueta y que proximamente recalará en el teatro Guimerá. La actuación de Anissa dio paso a los acordes de uno de los temas más emblemáticos de Julio Iglesias, "Mi dulcinea", con el que el cantante inició una actuación marcada por el recuerdo a las víctimas del accidente aéreo.
Tras el "buenas noches Tenerife. Buenas noches Canarias", Julio Iglesias dedicó su actuación a "la gente que sufre, y a los que se han ido, muchos de ellos gente canaria", tras lo cual el cantante madrileño comenzó a deleitar a los asistentes con un repertorio que incluyó canciones nuevas y sus clásicos más famosos.
El espectáculo, adscrito dentro de una gira planificada para conmemorar los cuarenta años de su carrera profesional, contó con un despliegue técnico de 180.000 watios de luz, unos efectos luminosos diseñados especialmente para la ocasión, 80.000 watios de sonido, quince músicos, cuatro coristas y un grupo de baile. Iglesias no defraudó a sus incondicionales, que aguardaban algunos de sus temas, como "Me va" o "Soy un truhán, soy un señor", aunque en determinados momentos del concierto la voz de cantante se "extravió".
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