“Hubo intento de contacto físico”

Además revelan que el cantante olía a alcohol cuando llegó al avión

A Elvis Crespo le podría ocurrir como a O.J. Simpson: aunque salió airoso del juicio criminal podría vérselas negras en un caso civil.

A pesar de que las autoridades parecen no tener interés en llevar adelante el caso criminal, Patricia Perea, la mujer que lo acusa de masturbarse al lado de ella en un avión en pleno vuelo y su representante legal, Pedro González, exploran opciones para entablar una demanda contra él.

“Estamos estudiando el tema, pero no hemos llegado a una determinación. Nos encontramos monitoriando el caso, que está en manos de las autoridades federales y locales. No es raro que ellos se tarden hasta meses en las investigaciones antes de llegar a una determinación”, dijo ayer el letrado a El Nuevo Día.

González afirmó que no tiene duda de que...

...se hallará causa para llevar un caso final.

“El reporte policiaco es suficiente. Tres testigos le dijeron al Miami Dade County y al FBI que vieron a Crespo masturbarse y él no lo negó, sólo respondió que no recordaba haberlo hecho, una hora después”.

Un ángulo adicional se desprendió cuando la mujer de 51 años reveló que hubo intento de contacto físico del intérprete de ‘Me gusta, me gusta’.

“Antes de comenzar con su acto sexual, su mano izquierda tropezó con la cadera de mi cliente. Ella inmediatamente le cogió el brazo y le dijo ‘por favor, quédate de tu lado y no me toques’. Ese fue el único intercambio de palabras que hubo entre ellos en todo el vuelo”.

Además, Perea, que viajaba en un asiento junto a la ventana en la sección de primera clase, dijo a su abogado que cuando el merenguero se sentó a su lado “le sintió un olor fuerte a alcohol”.

“En cuanto comenzó el vuelo, Crespo pidió whisky en dos ocasiones y no se lo sirvieron. Luego pidió un vino y la azafata le llevó agua, que él no aceptó. Raro que en primera clase un pasajero pida una bebida alcohólica y se la nieguen”, indicó González.

Perea, casada y madre de una niña de 15 años, intentó moverse de asiento, pero no había otro disponible. “Ella me confesó que se quedó sin palabras, no sabía qué hacer. No podía creer lo que estaba pasando”.

La razón de que su clienta no hablara antes, dijo el licenciado, se debe a que estaba en viaje de negocios.

“Reaccionó al ver su nombre en internet y las cámaras de las cadenas de televisión le cayeron en su casa. Fue cuando se dio cuenta que tenía que contratar un abogado para controlar a la prensa. Ella no busca publicidad ni dinero. Mi cliente es una mujer conservadora, de familia; sólo quiere resolver esto de una forma justa, porque tuvo que salir a defender su reputación luego de que este señor la tachara de mentirosa en MySpace. Nunca se disculpó. Este hombre es un descarado que tiene que tener un problema bastante serio, algo más que el alcohol”.